En 1655, el filósofo inglés Thomas Hobbes utilizó la frase: el conocimiento es poder. Desde ese momento y hasta nuestros días, se ha asumido que aprender y conocer sobre uno o varios temas, nos ofrece poder. Desde mi óptica, este dominio implica que en la medida en la que conozco sobre un tema, tendré las herramientas para enfrentarme mejor a una situación, que si por el contrario, la enfrentara sin ningún tipo de información.
A medida que vamos madurando observamos costumbres y conductas y he podido percatarme de que suele haber distintos tipos de reacciones: la de quien entiende que las nuevas formas no son buenas y que las de tiempos anteriores fueron mejores; la de quien no se cuestiona y simplemente fluye; y la de quien busca actuar uniendo los nuevos conocimientos con lo que en el pasado observó, escuchó o vivió. Esta última postura es la que de manera personal intento abordar en el día a día pues con frecuencia observo que se “sataniza” lo nuevo y las actualizaciones que pueda haber en los distintos ámbitos de la vida, solo porque “antes las cosas no eran así” o ” todo ha salido bien haciéndose como hasta ahora se hizo”.
Tengo la idea de que las premisas, metodologías e ideas que han forjado nuestras vidas y el accionar de los seres humanos deben ser siempre estudiadas y cada quien puede ajustarlas a sus posibilidades, vida y entorno; en buen dominicano se diría que en todo hay que ” tomar y dejar” pues no es saludable solo hacer lo más novedoso o lo que está de moda por el simple hecho de ser popular, como tampoco entiendo conveniente mantener prácticas que se ha evidenciado, gracias a la dedicación de grandes mentes, que son incorrectas o que, a largo plazo, pueden acarrear consecuencias negativas.
El conocimiento será poder, en la medida en la que sea utilizado para el bienestar propio y del prójimo, entendiendo que aprender nuevas prácticas, eficientizar procesos, instruirse y conocer sobre distintos tópicos, podrá ayudarnos a conducirnos de manera más asertiva y nos permitirá establecer nuevas conexiones neuronales.